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Comprando ropa en la nueva normalidad

  • Foto del escritor: Priscilla Leon
    Priscilla Leon
  • 26 oct 2020
  • 4 Min. de lectura


Aceptar mi cuerpo, encontrar tiendas que vendieran mi talla y ganar mi propio dinero hicieron que una de mis actividades favoritas de la vida sea: comprar ropa. Ya sé lo materialista que eso se lee, pero si han seguido el blog desde el principio saben que para mí es “casi una experiencia religiosa”, como Enrique Iglesias diría.


Perdón por el amor capitalista que podría desprenderse de mis palabras, pero yo adoraba entrar en las tiendas, descubrir nuevas prendas, llevármelas al probador, vérmelas al espejo, modelárselas a quien me acompañara (jaja) y luego quebrarme la cabeza decidiendo cuáles debería llevarme. También me encantaba despertar y saber que ese día estrenaría algo. Aunque nadie más se diera cuenta que llevaba algo nuevo, yo lo sabía y eso me hacía sentir bien.

La pandemia hizo que toda esa experiencia que tanto placer me traía se quedara en el pasado. En una mezcla de miedo por no saber exactamente cómo se contagiaba el virus (seguimos sin saberlo del todo) y considerarla una actividad completamente innecesaria al estar en casa, dejé de comprar ropa por meses. La verdad, lo único que me animé a comprar fue ropa interior; y solo porque lo hago por catálogo y me sé muy bien mis tallas.

A pesar de haber comprado muchas cosas por internet e Instagram, no compré ropa por una sencilla razón: muchas de las páginas se limitan a poner la talla, y no las medidas específicas de la prenda. Eso es algo muy complicado cuando de pronto eres XL en una marca de blusa, y XXL en otra; o pantalón 12 en una, y 14 en otra.

Hace un par de meses, cuando algunas tiendas físicas volvieron a abrir, tampoco me animé a visitarlas; y eso que necesitaba pijamas nuevas. Pero bueno, poco a poco, y a regañadientes, nos está tocando regresar… Por eso, hoy te dejo unos cuantos consejos que he puesto en práctica a la hora de volver a comprar ropa. Aclaro, no se trata de una actividad esencial y si van a realizarla presencialmente: lleven siempre mascarilla, usen gel y mantengan una distancia pertinente con el resto de compradores.

Traza una ruta de la tienda o tiendas que visitarás

Dar vueltas sin rumbo por un centro comercial es tan de adolescentes de la primera década de los 2000. Me parece que, dadas las circunstancias, es una actividad completamente irresponsable. Comprar tal vez nunca vuelva a ser una experiencia recreativa, así que si quieres o necesitas una prenda o accesorio, procura tener claro la tienda o tiendas donde las venden.

Ten claro lo que quieres o necesitas

Pijamas, ropa para hacer ejercicio, unos joggers, unos jeans… Antes de lanzarte a las compras, ten claro cuáles son las prendas que quieres o necesitas. Eso te ahorrará tiempo y el estar expuesta a tanta gente. Si te topas con colecciones nuevas o “super ofertas”, trata de ser prudente y de no estar tocando todo solo porque “te gusta”. No sabes cuántas ni cuáles manitas han pasado por allí.

Define marca y talla

Aunque he vuelto a comprar ropa, lo hice sin entrar en los probadores. No les voy a mentir, eso de comprar “a ciegas” no me salía muy bien; pero me ayudó mucho definir las marcas que más suelo usar y la talla que soy en cada una de ellas. Sino, lleva tu metro y mide.

Paga con tarjeta

Estamos tratando de evitar el contacto físico ¿no? Pues si ya lograste pasar por la tienda sin tocar todos los percheros ni probarte 15 prendas; paga con tarjeta de crédito o debito. La mayoría de comercios ofrecen ahora la opción “Sin contacto”.

Compra local

Cuando me refiero a local, me refiero a diseñadores y marcas nacionales. Muchos de ellos tienen disponibles sus colecciones en sus sitios web o redes sociales, por lo que podrás observar lo que te gusta y consultarles directamente si lo tienen o lo producen en tu talla. Es un trato más personalizado y prácticamente sin salir de casa.

En línea, sé el doble de cuidadosa

Si vas a comprar en línea o por catálogo, asegúrate de que las tallas tengan una medida exacta. Es decir, que además de que un pantalón diga XL, especifique cuántos centímetros tiene de largo, y de contorno de cintura, cadera y muslo. Yo sé que puede parecer una exageración, pero pasa que las tallas pueden variar de país en país. También averigua en qué material está confeccionada la prenda y cuál es la política de cambios y devoluciones de cada comercio.

Lava antes de usar por primera vez

Una vez que llegues a casa con tu ropa nueva, lávala. Nada puede salir mal si respetas sus condiciones y cuidados de lavado; y te aseguro que te sentirás mucho más segura a la hora de ponértela por primera vez.


Y ustedes ¿han vuelto ya a comprar? Compártanme sus experiencias.

Hasta la próxima.



Look: Vestido a rayas, manga corta y cuello redondo de Apt. 9 (comprado en Outlet Premium) y botines de Calzado de La Torre.

Fotos: Mariano Macz

 
 
 

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