El herpes zóster no se lo deseo a nadie
- Priscilla Leon
- 7 jun 2021
- 3 Min. de lectura

Todo empezó con un dolor en el hombro, y terminó conmigo tomando ocho pastillas diarias y con algunos dolores aun transcurridas ya varias semanas. Hace poco más de un mes me dio herpes zóster, una enfermedad que, aunque no deja de ser “común”, duele muchísimo y puede dejar secuelas incluso años después de haberla sufrido.
Según la web de la Clínica Mayo, el herpes zóster es una infección causada por el virus varicela-zóster que se manifiesta con una erupción en la piel. “Después de haber tenido varicela, el virus permanece inactivo en el tejido nervioso cerca de la médula espinal y el cerebro. Años más tarde, el virus puede reactivarse como herpes zóster”, cita el portal.
No se sabe exactamente qué reactiva el virus, pero a veces influyen factores como tener más de 60 años (que obvio no es el caso jaja), tener un sistema inmune debilitado, o el vivir un exceso de estrés (que probablemente sí era el caso). De hecho, en un reporte reciente, la cadena CNN en Español asegura que el estrés mental puede “despertar” infecciones virales crónicas relacionadas con la piel, entre ellas el herpes zóster.

Como les contaba al principio, todo comenzó con un “inocente” dolor en mi hombro izquierdo. No le hice mucho caso, pero al siguiente día empecé a sentir que también me dolía el brazo, y vi que tenía algunas marcas rojas en el cuello, similares a una roncha pero más extendidas. El médico de mi anterior trabajo hizo el diagnostico, y me mandó unas cremas y unas pastillas para la alergia. Creí que el asunto estaba terminado, pero fue un error.
Los siguiente dos días, la erupción en mi piel se extendió a una parte de mi pecho, mi brazo y mi espalda. Todo esto del lado izquierdo, porque una de las características del herpes zóster es que ataca solo un lado del cuerpo. Oye, menos mal. Los dolores en la zona afectada también aumentaron, y sentía como si me estaban dando unas latigazos (no consensuados, claro). Hasta sentí que dolía más que un cólico, y eso ya es decir mucho.
A pesar de lo mal que me sentía, mi break point fue despertarme para ir a trabajar y verme en el espejo unas pequeñas erupciones en la mandíbula. Fue como aquella cosa de “Estúpida, mi pelo, idiota”, pero en versión “Estúpida, mi cara, idiota”. Creo que fue una mezcla de vanidad y de saber que algo no estaba bien, así que ese mismo día fui con mi internista. Así empezaron los exámenes de laboratorio, las medicinas tan fuertes que hasta mareaban y, sobre todo, el recordatorio de que la “juventud” no es sinónimo de que nunca te vas a enfermar.

El herpes zóster puede afectar distintas áreas: una pierna, un brazo, un lado de la espalda, etc. pero según mi médico es más peligroso si te afecta cerca del oído o del ojo, pues incluso te podría provocar problemas de audición o una parálisis facial. Dicho esto, me siento afortunada y, literalmente bendecida, de que lo mío no llegara a más.
Ha pasado casi un mes y medio desde el diagnostico. Ese dolor de hombro que yo pensé que era “un aire” acabó siendo un vendaval que le vino a dar la vuelta a mi vida en muchos aspectos. Aunque la mayoría de síntomas pasaron y ya solo tomo una pastilla diaria, aún tengo dolores ocasionales y conservo algunas marcas en la piel. Volví a hacer ejercicio hace poco, porque el exceso de sudoración también podía provocar una sobreinfección en el área. Allí voy, un día a la vez, hasta que sea tiempo de volver a correr.
Yo no voy a venir a darles un speech de que se cuiden. No me siento con la autoridad moral para hacerlo. Pero sí voy a decirles que hay que hacerle caso a lo que el cuerpo nos dice, porque como dicen las tías: lo importante es que haya salud.
Coman frutas y verduras, y beban agüita. Me da mucho gusto volver a escribirles. Hasta la próxima.
Look: Imagen tomada luego de dos semanas de mi diagnostico de herpes zóster.
Foto: Mariano Macz
Cuando el sistema inmune está propenso son muchas las afecciones que podemos tener... lo mejor siempre, es alimentación, lo más sano posible, ejercicio, dejar de un lado el estrés.... y bueno actitud... Abrazos
Que bueno que estés mejor.