Encontrar un vestido blanco es molto difficile
- Priscilla Leon
- 18 mar 2019
- 2 Min. de lectura
“Nunca seré la mujer del pelo perfecto, que puede vestir de blanco sin ensuciarse”.
Carrie Bradshaw.

No me pregunten porqué, pero a los 13 años pensé que era una gran idea usar mi pantalón blanco para ir al servicio dominical 👼.
Lástima que antes de entrar el viento hiciera que me cayera encima un plato de churrasco y tuviera que pasar los “Aleluya” cubierta de frijol, chirmol y guacamol.
Vestir de blanco me da miedo, y no porque esté gorda y TODOS digan que ese color solo resalta las imperfecciones. Si así fuera no se los habría recomendado en el primer capítulo de la Operación Verano. Simplemente, no me creo capaz de mantener la “pulcritud” por mucho tiempo.
Hace tiempo le dije a mi mamá que perdiera las esperanzas de verme salir de su casa, una tarde de sábado, vestida de blanco. Con lo que no contaba era que me invitarían a la primera edición de Le Diner en Blanc Guatemala y que el dresscode era, obvio, blanco formal.
En mi armario hay tshirts y blusas blancas, pero nada más. Necesitaba un look white y, créanme, la misión resultó mucho más difícil de lo que imaginé. El tiempo no jugaba a mi favor y entonces me fui por lo seguro, ósea Megapaca.
Después de visitar dos tiendas en dos días diferentes y no hallar nada, comencé a colapsar. Mi primera opción era un vestido, porque con traje sastre blanco debo verme como el Doctor Simi, pero ni lo uno ni lo otro. Ni un pantalón, o una falda decente. ¡Nada!

La noche antes del evento, justo cuando empezaba a considerar usar una sabana para hacerme una túnica, por fin apareció ante mi un vestido que me gustaba y me quedaba. El pequeño detalle era que estaba muy largo para mi gusto.
Digo, no es que siempre quiera llevar un minivestido, pero este de verdad tenía siete pulgadas de más. Mi partner in crime, ósea Mariano, pensó lo mismo; y así fue como a la mañana siguiente, en casa de su abuela, el vestido de señora se convirtió en un vestido muy Priscilla.
Al final todo estuvo perfecto y lo mejor fue que no me derramé vino encima durante la fiesta. Es más salí de ahí, blanca e inmaculada. ❤ Si quieren leer lo que pasó en la primera edición de Le Diner en Blanc, les dejo el link acá.
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