Lo que aprendí de moda en 2017
- Priscilla Leon
- 31 dic 2017
- 3 Min. de lectura
Me gustaría decirles que en 2017 aprendí cosas importantes, como que nunca más debería hacerme gelish en las uñas o que es de adolescentes andarse besuqueando en las esquinas. Pero no, sorry, eso no lo aprendí.
Ya en serio, este año fue de mucho aprendizaje, personal y laboral, y eso siempre se agradece.

Además, este fue el año en que aprendí a ver la moda de forma distinta. Es decir, dejé un poco mi rol de espectadora/admiradora y comencé a dar mi no tan humilde opinión al respecto de algunos temas. Claro, eso ha traído comentarios del tipo “gorda ridícula” o “el problema no son los vestidos, sino que ella está gorda”, pero también muchos otros que celebran lo que hago con Curvas de estilo. A ambos, gracias.
Así, a pocas horas de cambiar el calendario y mientras me como otro tamal, les comparto las cosas que aprendí de moda en 2017:
El espejo de cuerpo completo es mi mejor amigo
El espejo refleja, más que como nos vemos, como nos sentimos. No hay que tenerle miedo, hay que ponernos delante desnudas, en ropa interior o con nuestro vestido de graduación. Seamos honestas, va mostrarte lo que te queda bien y lo que te queda mal, y así aprenderás a conocerte y a sacarte partido. Sonríe, pon tu cara bitchy o saca tu lado inocente, y verás que entre más te gustes, menos te ocuparás de los defectos.
Las tallas son solo una etiqueta
Si tienes la corazonada que esa blusa y esos pantalones te entran, descúbrelo en el probador. Hay chicas plus a las que les da miedo mirar en la sección de tallas regulares. Es como con los hombres, es horrible que te guste algo y saber que no podrás tenerlo. Mas eso no impide mirar, tomar ideas y, sobre todo, llevarte una que otra sorpresa. Así este año acabé con unos jeans 30 y una blusa L en mi closet y el hombre más deseado del salón mirándome solo a mí.
Los tacones son aliados y no instrumentos de tortura
En este post, les hablé de mi recién adquirido amor por los tacones. Sé que muchas veces parecen instrumentos de tortura inventados por la Santa Inquisición, pero si elegimos los correctos ayudan a mejorar un look. Ah, en mi caso también me sirvieron para mejorar la postura. Es como magia, me pongo tacones y “baam” me paro recta y mi mamá llora de emoción.
Hay que hacerle caso a las revistas y los blogs (a medias)
Las publicaciones de moda, todas, sirven para guiarnos y orientarnos hacia las tendencias. Por eso, sus contenidos deben tomarse como una ayuda y no como un método cerrado. El chiste de la moda no es presumir que somos esclavas de ella, sino que hemos encontrado nuestro lugar, nuestro propio estilo.
La clave para salir bien las fotos es no tomarte en serio
Este debe ser el año que más fotos me han hecho. No solo para Curvas de estilo, una vez mis manos ilustraron una nota de la violencia contra la mujer.
Originalmente este blog no iba a llevar mi foto, pero luego del segundo post, en que casi me parte un rayo por hacer la imagen, fue imposible no hacerlo. No soy para nada el sueño de ningún fotógrafo: siempre tengo frizz en el pelo, siempre se me corre el maquillaje y no sé cuál es la derecha ni la izquierda. Además, soy un mar de nervios, pero descubrí que cuando me dejo de tomar en serio las fotos y me divierto, con un bote de aceitunas o un peluche, es cuando mejor salen. Por favor, querida lectora, inténtalo en casa.

Escribir de moda me hace muy feliz
Cuando me propusieron a escribir un blog de moda le di mil vueltas al giro que debía tener, sin darme cuenta que la respuesta la tenía delante de mis narices. Si yo debía escribir de moda debía ser de una que me representara: la moda curvy. Tienen que saber una cosa: Curvas de estilo me hace muy feliz. Gracias a República por el espacio, gracias a Gabriel Arana por invitarme, gracias a Mariano Macz por esas fotos logradas con paciencia de santo, pero sobre todo gracias a todas las personas que cada semana se dan una vuelta por acá.
¡Gracias, gracias y gracias! Que el 2018 los haga muy felices.
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