Te doy cinco razones para amar el wrap dress
- Priscilla Leon
- 21 sept 2020
- 3 Min. de lectura

Wrap dress, vestido envolvente o vestido cruzado. No importa cómo lo llames, cuando este diseño llegó a la moda, lo hizo para quedarse. El mejor ejemplo es que cada año, ya sea invierno o verano, vemos nuevas versiones suyas.
Poniéndonos técnicas, un wrap dress es un vestido con un cierre frontal que se forma cruzando o envolviendo un lado de la tela sobre el otro, por encima de la línea de la cintura, ya sea con un lazo o con botones.
Durante los no menos de 40 años que lleva entre nosotras, el wrap dress ha conquistado a mujeres comunes y celebridades por igual: desde Cybill Shepherd en Taxi Driver hasta Kate Middleton (a.k.a. Duquesa de Cambridge) en actos oficiales. Y, por eso, hoy te doy cinco razones para amarlo:

1) Su origen
“No sabía lo qué quería hacer, pero sabía la mujer en la que quería convertirme”. Tanto esa frase como el wrap dress son obra de Diane von Fürstenberg. A principios de la década de 1970, la diseñadora llegó a EE. UU. con varios vestidos que había confeccionado en Italia. Inspirada por una imagen televisiva en la que Julia Nixon Eisenhower lucía una blusa anudada a la cintura y una falda, la modista decidió unir ambas y concebir su creación más icónica. Las celebridades comenzaron a usarla y el resto es historia.
2) Su efecto empoderante
El wrap dress es una de esas prendas que nació en el lugar y el momento indicados. La década de los 1970, en EE. UU., estuvo marcada, entre otras cosas, por un fuerte movimiento de liberación femenina. Este aspecto también incurrió en la moda, y el vestido cruzado trajo la posibilidad de verse sexy y poderosa, pero sin perder la feminidad. Los números hablan por si solos, y en los primeros dos años del nacimiento de esta prenda se vendieron 5 millones de unidades. El efecto empoderó no solo a las usuarias, sino también a Von Fürstenberg, quien a menudo cuenta que esas ventas la ayudaron a pagar las cuentas y a mantener a sus hijos luego de su divorcio. Para emprendedoras, ella.
3) Su estructura
Uno de los “secretos” del éxito del wrap dress es su capacidad de quedarle bien a prácticamente cualquier mujer, sin importar su talla o su estatura. Al “envolver” suavemente la figura, destaca el pecho y afina la cintura, además de ofrecer libertad de movimiento.

4) Su evolución
Aunque el wrap dress original fue diseñado con un nudo en la cintura y confeccionado en jersey, esta prenda ha evolucionado de la mano de las tendencias. Los hay largos, cortos, de tirantes, de manga larga, con cinturón, con botones, y de materiales muy diversos, pero siempre livianos. Por eso no es de extrañar que sea el favorito de celebridades como Michelle Obama, Gwyneth Paltrow o Eva Mendes, o que los diseñadores y marcas se empeñen en reinventarlo cada cierto tiempo.
5) Su versatilidad
Como si todo lo anterior fuera poco, los wrap dresses pueden usarse a lo largo del año, sin importar la estación en la que estemos. Además, pueden combinarse con sandalias, tenis, stilettos y hasta botines. Igualmente, pueden llevarse para el día o para la noche.
No hay duda que al igual que la camisa blanca y el vestido negro, el wrap dress se convirtió en un clásico. Y más importante aún, en un básico que no debería faltar en ningún armario.
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