Una sombrilla como la de Carrie
- Priscilla Leon
- 30 jun 2019
- 2 Min. de lectura

La semana pasada la revista Vanity Fair publicó un artículo en el que revelaba que Isabel II de Inglaterra posee no menos de 100 sombrillas que, ad hoc a su amor por la monocromía, combinan perfectamente con sus vestidos, sombreros y bolsos. Aunque a primera vista podría parecer una excentricidad de doñita, la realidad es que pocos entienden la importancia de este accesorio.
Tengo claro que el rol principal de una sombrilla es protegernos de la lluvia, pero realmente tengo mis dudas acerca de qué puede librarnos de la furia con la que cae la lluvia en este trópico. Se los dice alguien que ha tenido toda clase de sombrillas; desde esas mini que se doblan al primer airecito, hasta esas gigantescas que regalan los bancos.

Una vez explicado mi punto, yo desde hace años tenía un pendiente con la moda: tener una sombrilla transparente como la de Carrie Bradshaw en Sex & The City o como las que Blair y Serena usaron en Gossip Girl. Soy práctica y si igual me va a caer el aguacero, que al menos sea con una sombrilla linda como la que mis heroínas fashion pasearon por Manhattan.
Más allá de lo romántica que me pongo al hablar de mis programas de TV favoritos, tienen que saber que las sombrillas transparentes son un accesorio que nunca pasa de moda, porque así como Sarah Jessica Parker llevó una hace más de una década, también lo hicieron los invitados a la New York Fashion Week en septiembre del año pasado.

Las sombrillas transparentes, además, tienen la ventaja de no interferir cromáticamente en nuestros looks, ya que combinan con todo. A este abanico de bondades añadiré que son muy baratas, pues no superan los Q160. Eso sí, no esperen encontrar la sombrilla más resistente del mundo, ¿ok?
La mía la compré en Facebook Market el año pasado y no recuerdo muy bien cuánto me costó (creo que Q100) ni el usuario (pero acabo de revisar y hay muchas ofertas). Como no las veía en ninguna tienda, recurrí a esta red social para preguntar si alguien sabía dónde las vendían. A la mañana siguiente la hermana de una amiga me envió el link y, dos horas después, me la llevaron a la oficina.
Era el día de mi cumpleaños y, gracias al cielo, llovió un poquito esa tarde y pude estrenarla. Puede no haber sido el Upper East Side, pero al menos era la parte bonita de la Sexta Avenida del Centro Histórico, jajá. ❤ Pues nada, que solo me hicieron falta mis Manolo Blahnik y el Señor Big.
Look: vestido de Grace Karin (comprado en Outlet Premium), botines de Payless y sombrilla del Facebook Market. Fotos: Mariano Macz
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