¿Y si nos dejamos seducir por el encaje?
- Priscilla Leon
- 6 abr 2021
- 2 Min. de lectura
Como con el resto de las prendas, las tendencias en lencería se transforman de temporada en temporada. Si antes nos dejábamos “guiar” por la dictadura perfecta de los ángeles de Victoria’s Secret, últimamente abrazamos las múltiples figuras que nos presenta Savage X Fenty, la marca de Rihanna. A pesar de tantos cambios, hay un material que se mantiene eterno: el encaje.

Antes de escribir este post quise ahondar un poco más en ese idilio que tenemos con el encaje. Aunque me dirigí al buen Google, lo resultados solo me llevaron a ventas de ropa y a muchas notas y artículos del tipo “prendas que debes usar para una noche de pasión”. No lo voy a negar, muchas de las escenas más candentes de la ¿cinematografía? están protagonizadas por conjuntos de encaje, pero el encaje no es exclusivo de esos momentos.
La mezcla entre diseño y transparencia es difícil de resistir. El encaje seduce, pero la seducción va mucho más allá del plano sexual o de usarla para agradar alguien más. Es válido seducirse a una misma, y aprender a sentirse cómoda en el propio e imperfecto cuerpo. No es necesario mostrarla, con que nosotras sepamos que la llevamos, y eso nos haga sentir sexy y fuertes, es suficiente. Estoy segura de que la mayoría de mis femme fatales favoritas han llevado encaje.
Lo que sí es cierto, y alguien tiene que decirlo, es que el encaje está hecho para ocasiones especiales y, probablemente, no para el día a día. Para mantenernos frescas, cómodas y sanas en áreas delicadas, nada mejor que el algodón. Además, el encaje es un material más delicado y costoso, y puede llegar a dañarse por los lavados constantes. Y te aseguro que no quieres llevar los panties en mal estado.

Esta investigación por la red también me hizo recordar algo con lo que chicas plus size hemos cargado siempre: que nuestra lencería debe servir para ocultar imperfecciones y no para lucir. Es decir, si fuera por esta teoría andaríamos con corsé todo el tiempo. Yo las invito a dejar esta idea donde pertenece, en el siglo pasado, y a descubrir la sensualidad de un conjunto, de un body o de un babydoll de encaje. Úsalo para caminar a solas por tu casa y verás cómo tu energía cambia.
La lencería de encaje además de sexy, es elegante. Incluso puede ayudarte a ponerle un poquito de picante a un outfit para una cita con tu novio, por ejemplo. Las reglas de tía nos enseñaron que la ropa interior no debe verse porque es vulgar, pero creo que esto no aplica al encaje. Amo los looks en los que los body o bralette de encaje se asoman debajo de una camisa, una camiseta, un blazer o una chaqueta. Obviamente, no se trata de mostrarlo todo a todos, sino solo un poquito.
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